Lesión del ligamento cruzado posterior: causas y síntomas
El ligamento cruzado posterior (LCP) es un componente crucial para la estabilidad de la rodilla. Aunque muchas veces se habla más de las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA), las lesiones del LCP no deben subestimarse, ya que pueden generar secuelas duraderas y afectar la funcionalidad de la rodilla.
Por eso, a continuación, te explicamos en detalle qué es la lesión del ligamento cruzado posterior, las causas más comunes de su lesión, los síntomas, los tratamientos disponibles y cómo prevenirlo.
¿Qué es el ligamento cruzado posterior?
Empecemos conociendo a fondo qué es el LCP.
El ligamento cruzado posterior es uno de los cuatro ligamentos principales que estabilizan la rodilla. Se encuentra en la parte posterior de la rodilla, conectando el fémur con la tibia y su función es evitar que la tibia se desplace hacia atrás respecto al fémur, garantizando así la estabilidad de la articulación.
Aunque las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) son más comunes y a menudo se mencionan en los deportes de contacto, el LCP también es susceptible de sufrir daño, especialmente cuando la rodilla está expuesta a un trauma significativo.
La rotura del ligamento cruzado posterior puede limitar severamente la movilidad y la función de la rodilla, dificultando actividades cotidianas y deportivas.
Vamos a ver las causas más comunes que suelen provocar este tipo de lesión:
Causas más comunes de una lesión del ligamento cruzado posterior
El LCP es más susceptible a sufrir lesiones cuando se encuentra bajo una presión o fuerza excesiva. Por eso vas a ver que las causas más comunes de una lesión en el ligamento cruzado posterior incluyen:
Accidentes deportivos
En deportes de contacto como pueden ser el fútbol, el rugby y el baloncesto, los jugadores son propensos a sufrir lesiones en el LCP debido a impactos directos en la rodilla. Cuando un jugador recibe un golpe en la parte frontal de la rodilla, la tibia puede desplazarse hacia atrás, lo que puede provocar una rotura del ligamento cruzado posterior.
Accidentes de coche
Pero no solo los deportes pueden provocar este tipo de lesiones en el ligamento cruzado posterior. En un accidente automovilístico, por ejemplo, el impacto directo contra el volante puede hacer que la rodilla se desplace hacia atrás, dañando el LCP.
Estos tipos de lesiones son comunes en las colisiones de choques frontales, en los cuales el cuerpo se desplaza hacia adelante y la rodilla impacta contra una superficie rígida.
Traumatismos directos
Las caídas desde una altura considerable o los traumas directos en la rodilla también pueden provocar una lesión en el LCP. Este tipo de lesión es frecuente cuando una persona cae de manera que su rodilla recibe un golpe brusco, forzando la tibia a moverse hacia atrás.
Síntomas más comunes de una lesión del ligamento cruzado posterior
Los síntomas de una lesión del ligamento cruzado posterior pueden variar en intensidad dependiendo de la gravedad del daño, como ocurre con cualquier lesión. No obstante, vamos a ver los síntomas más comunes:
Dolor en la parte posterior de la rodilla
El dolor en la parte posterior de la rodilla es uno de los síntomas más característicos de una lesión del LCP. A menudo, el dolor se incrementa al caminar, correr o realizar actividades que requieran presión sobre la rodilla. Este dolor puede ser moderado a intenso, especialmente en las primeras horas después de la lesión.
Hinchazón o inflamación
La hinchazón también es otro síntoma frecuente. Después de una rotura de ligamento cruzado posterior, la rodilla puede inflamarse debido al sangrado interno en la articulación. Además, la hinchazón puede dificultar el movimiento de la rodilla y hacer que se sienta rígida.
Sensación de inestabilidad
Una de las señales más claras de una lesión en el ligamento cruzado posterior es la inestabilidad. Por eso si sufres este tipo de lesión puedes sentir que la rodilla cede o no se mantiene firme al caminar, correr o saltar. Esto se debe a que el LCP desempeña un papel fundamental en mantener la tibia en su lugar, y su lesión compromete esa función.
Tratamiento para la lesión del ligamento cruzado posterior
El tratamiento de este tipo de lesión depende de la gravedad de la lesión. Algunas de las opciones más comunes de tratamiento incluyen:
Reposo y hielo
En las primeras etapas de la lesión, el reposo es fundamental para reducir la hinchazón y el dolor. Aplicar hielo en la rodilla durante 15-20 minutos varias veces al día puede ayudar a disminuir la inflamación y aliviar el dolor. También es recomendable evitar poner peso sobre la rodilla lesionada durante las primeras 48 horas.
Fisioterapia
La fisioterapia es un componente esencial en el proceso de recuperación de cualquier lesión de ligamento. Después de la cirugía o en lesiones menos graves, la fisioterapia ayuda a restaurar la movilidad y la fuerza de la rodilla. Los ejercicios específicos para fortalecer los músculos que rodean la rodilla, como los cuádriceps y los isquiotibiales, son fundamentales para una recuperación exitosa.
Cirugía
Si la rotura de ligamento cruzado posterior es grave y no mejora con tratamientos conservadores, se puede recurrir a la cirugía, como la artroscopia.
Este procedimiento mínimamente invasivo utiliza pequeñas incisiones y una cámara especializada (artroscopio) para visualizar y reparar el ligamento dañado. A través de esta técnica, se pueden realizar reparaciones precisas del ligamento cruzado posterior, evitando las grandes incisiones de una cirugía abierta.
Rehabilitación tras una lesión del ligamento cruzado posterior
La rehabilitación juega un papel crucial en la recuperación de una lesión del ligamento cruzado posterior. Un programa adecuado de ejercicios de rehabilitación no solo ayuda a aliviar el dolor, sino que también mejora la estabilidad y la fuerza de la rodilla.
Estos son algunos de los ejercicios más recomendados:
Estiramiento de cuádriceps
Un ejercicio común para mejorar la flexibilidad y la fuerza de la rodilla es el estiramiento del cuádriceps. Puedes realizar este ejercicio acostado o de pie, llevando el talón hacia los glúteos mientras mantienes la rodilla alineada con la cadera. Este ejercicio ayuda a aumentar el rango de movimiento y reduce la rigidez.
Extensión de rodilla
Para mejorar la movilidad, puedes realizar ejercicios de extensión de rodilla. Siéntate en una silla y extiende una pierna hacia adelante, manteniéndola durante varios segundos antes de regresar a la posición inicial. Este ejercicio fortalece la rodilla y mejora su función.
Equilibrios
El equilibrio es vital para la prevención de futuras lesiones. Practica el equilibrio sobre una pierna durante varios segundos para fortalecer los músculos estabilizadores de la rodilla. Esto ayudará a mejorar la coordinación y la estabilidad general.
Consejos para prevenir lesión del ligamento cruzado posterior
Aunque no se puede eliminar completamente el riesgo de sufrir una lesión en el ligamento cruzado posterior, hay varias estrategias que pueden reducir significativamente las posibilidades de que ocurra:
Usa protección adecuada cuando realices algunos deportes
Si practicas deportes de contacto o actividades que requieren movimientos rápidos y bruscos, es esencial usar rodilleras y otro equipo protector que pueda ayudar a prevenir lesiones.
Haz un buen calentamiento
Un calentamiento adecuado antes de la actividad física es fundamental. Realiza estiramientos dinámicos y ejercicios que preparen la rodilla para movimientos de alta intensidad.
Fortalece los músculos de alrededor
Los músculos de las piernas, como los cuádriceps y los isquiotibiales, deben estar fuertes para dar soporte a la rodilla. Los ejercicios de fortalecimiento muscular deben formar parte de tu rutina de entrenamiento.
En conclusión, las lesiones del ligamento cruzado posterior pueden ser serias, pero con un tratamiento adecuado, rehabilitación y prevención, es posible una recuperación exitosa.
En Artrocare, contamos con un equipo de expertos que te pueden ayudar a diagnosticar, tratar y prevenir lesiones en la rodilla. Así que, si sospechas que tienes una rotura de ligamento cruzado posterior, no dudes en contactarnos para obtener la mejor atención médica y asegurar una recuperación completa.