Esguince de tobillo: tratamiento y prevención

Seguro que alguna vez en tu vida has sufrido un esguince de tobillo, o si no, conocerás a más de una persona que sí lo ha tenido. Normalmente estamos muy familiarizados con el nombre de esta patología, pero ¿sabemos realmente de qué se trata?
¿Qué síntomas tiene una torcedura de tobillo? ¿Existen diferentes grados? ¿Cómo curar un esguince de tobillo? En este post miramos a fondo de qué trata esta lesión, pasando por todas las dudas más frecuentes.
Continua leyendo para saberlo todo acerca de esta lesión tan común.
¿Qué es un esguince de tobillo?
Un esguince de tobillo es un tipo de lesión muy común que sucede cuando nos torcemos la articulación de una forma inusual, provocando que los ligamentos se estiren demasiado o se desgarren.
Estos ligamentos son los que permiten que el tobillo esté estabilizado, evitando el movimiento excesivo que pueda causar daños. En la mayoría de los casos, son los ligamentos externos los que se ven dañados.
Por ejemplo, si el pie gira hacia fuera, puede desencadenar en una fractura por avulsión, de peroné, lesiones en los nervios… Aunque lo normal es que el pie se doble hacia dentro, y por eso los ligamentos externos son los dañados.
¿Existen diferentes grados de esguince? Los grados de esguince dependen de la gravedad de la lesión, y es que una torcedura de tobillo puede acarrear otras lesiones.
Antes que nada, hablemos de los síntomas…
Síntomas de un esguince de tobillo
Lo más normal es que cuando nos hacemos un esguince notemos el tobillo hinchado y dolor al pisar, pero ¿qué más síntomas pueden indicarnos que hemos sufrido un esguince de tobillo?
Hematomas
Después de un esguince, es común que aparezcan hematomas alrededor del tobillo. Esto ocurre debido al daño de los vasos sanguíneos pequeños en la zona afectada, lo que provoca una acumulación de sangre bajo la piel.
Movimiento limitado
El tobillo se sentirá rígido y te costará moverlo con normalidad. Es probable que experimentes dificultad para caminar y, en casos más graves, podrías incluso no ser capaz de apoyar el pie en el suelo.
Sensación de crujido
Muchas personas describen haber escuchado o sentido un crujido en el momento del esguince. Esto suele ser señal de que el ligamento se ha estirado o desgarrado.
Si sientes este tipo de síntomas (incluidos el dolor y la hinchazón, los signos más evidentes de un esguince) lo más aconsejable es que dejes la actividad física y veas hasta qué punto la lesión es grave, ya que en caso de que se hinche demasiado deberías acudir a un especialista.
Causas de un esguince de tobillo
Como te hemos comentado al inicio de este post, un esguince de tobillo se provoca cuando nos torcemos dicha articulación. Al forzar los ligamentos a entrar en una posición que no es normal, estos se estiran demasiado y pueden llegar a desgarrarse, ya sea parcial o totalmente.
Veamos, no obstante, las causas más comunes:
Caídas
Esta es la causa más común. Una caída puede ocurrir de muchas formas, pero las que son más propensas a que acaben en un esguince de tobillo son aquellas que ocurren tras un salto o un giro. Al apoyar de vuelta el pie, podemos hacerlo incorrectamente, y esto causará una mala posición forzada.
Superficies irregulares
Caminar o practicar cualquier otro deporte sobre una superficie irregular, sin un calzado adecuado que sujete bien el tobillo, ni un calentamiento previo, puede también provocar esta lesión.
Pisotones
Si durante una actividad deportiva otra persona te pisa el pie mientras tú sigues en movimiento, puedes también sufrir un esguince.
Tratamiento de un esguince de tobillo
¿Cómo se cura un esguince de tobillo? Pues normalmente los esguinces no suelen necesitar mucho más que un tratamiento conservador, todo dependiendo por supuesto de su gravedad.
Este tratamiento incluye:
Reposo
Durante los primeros días lo más aconsejable es evitar apoyar el pie, o usar algo como una muleta de ayuda. Tras unos tres días, puedes comenzar a caminar poco a poco.
Inmovilización
Normalmente también se comprime el tobillo parcial o totalmente para protegerlo e inmovilizarlo, evitando movimientos que puedan empeorar la lesión. Si se trata de un esguince leve basta con un vendaje elástico o funcional. No obstante, si es más grave, puede considerarse una férula de yeso.
Hielo
Para aliviar la hinchazón es recomendable aplicar frío sobre el tobillo durante el reposo, unas tres veces al día, durante no más de 20 minutos y nunca de forma directa sobre la piel.
¿Cómo prevenir un esguince de tobillo?
Los esguinces de tobillo pueden ser muy comunes, especialmente si practicas deporte o llevas un estilo de vida activo. Afortunadamente, hay varias formas de reducir el riesgo de sufrir uno.
Calienta antes de hacer ejercicio
Parece obvio, pero es fundamental. Un buen calentamiento prepara tus músculos y ligamentos, haciéndolos más flexibles y menos propensos a lesionarse. Dedica al menos 10 minutos a estiramientos y movimientos suaves antes de cualquier actividad física. Recuerda, más vale prevenir que lamentar.
Usa calzado adecuado
Llevar el calzado adecuado es esencial, especialmente si practicas deporte. Los zapatos deben sujetar bien el tobillo y proporcionar soporte para evitar movimientos bruscos o torceduras inesperadas.
Fortalece tus músculos
Unos músculos fuertes alrededor del tobillo ayudan a proteger tus ligamentos y mejorar tu estabilidad. Realiza ejercicios específicos para fortalecer la zona, como los equilibrios sobre una pierna o los ejercicios con bandas elásticas. Además, un buen fortalecimiento puede ayudarte a recuperarte más rápido si alguna vez sufres un esguince.
Escucha a tu cuerpo
Tu cuerpo siempre te manda señales. Si sientes molestias o dolor en el tobillo, no lo ignores. Descansa y consulta con un especialista si es necesario. Forzar la zona cuando está débil o cansada aumenta las posibilidades de una lesión, y lo último que quieres es tener que hacer una pausa prolongada por no haber escuchado a tu cuerpo a tiempo.
¿Cuándo consultar a un médico por un esguince?
A veces nos torcemos el tobillo realizando alguna que otra actividad cotidiana, y ese tropiezo puede causarnos algo de molestia, pero ¿se trata de un esguince o no? ¿Cómo sé si tengo que ir al médico?
Pues es aconsejable acudir a un profesional cuando esa molestia se convierte en un dolor incapacitante, es decir, que nos incapacita el movimiento con normalidad. A partir de ahí, no dudes en acudir a un médico, ya que si ese dolor se prolonga o el tobillo se te hincha, puede que la lesión sea más grave.
Tras la rehabilitación, ¿se puede volver a hacer deporte?
Cuando sufres un esguince de tobillo es importante dejar de hacer deporte durante un tiempo, hasta que se haya curado.
Una vez el dolor y la hinchazón han remitido y puedes mover el tobillo con normalidad, podrás hacer ejercicio sin problema.
Consejos finales para evitar que el esguince de tobillo se haga crónico
Algunos consejos importantes son no volver demasiado pronto a la actividad, estirar regularmente, considerar el uso de una tobillera, y por supuesto consultar con un especialista.
Mantener estos hábitos puede marcar la diferencia entre una recuperación completa o una lesión recurrente.
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