Fractura de húmero proximal: tratamiento y recuperación

desgarro muscular

La fractura del húmero proximal es una lesión, dentro de las fracturas de hombro, bastante común en la articulación del hombro. ¿Te es familiar?

Aunque cualquiera puede sufrirla, es más frecuente en mujeres mayores de 60 años, sobre todo si ya hay un debilitamiento de los huesos debido a la osteoporosis. Normalmente, esta fractura ocurre tras una caída, pero también es frecuente en accidentes de tráfico o durante la práctica de deportes.

Si te has encontrado en una situación similar o tienes dudas, este post es para ti. ¡Estamos aquí para ayudarte a cuidar tus hombros!

 

¿Dónde está el húmero proximal?

Para entender mejor esta patología de hombro, es importante que conozcas un poco sobre la anatomía del húmero proximal. Su parte superior, conocida como húmero proximal, es la que forma la articulación del hombro junto a la escápula (el omóplato).

En esta zona se encuentran la cabeza del húmero, el cuello anatómico, el tubérculo mayor y el tubérculo menor.

La cabeza del húmero es esa parte redondeada que se articula con la escápula, permitiendo el movimiento del hombro. Las fracturas suelen afectar al cuello del húmero, la parte que une la cabeza con el resto del hueso, ya que es la más frágil, y por eso se le llama «cuello quirúrgico».

hombro de tenista

Tipos de fractura de húmero proximal

Las fracturas del húmero proximal se clasifican principalmente según la gravedad del desplazamiento de las partes fracturadas y la cantidad de segmentos óseos involucrados. Esta clasificación es un paso esencial para determinar el tratamiento adecuado y la velocidad de recuperación.

Las fracturas más comunes en esta región afectan a la cabeza humeral, el cuello anatómico, y el cuello quirúrgico, además de los tubérculos mayor y menor.

Aquí te explicamos los principales tipos de fractura del húmero proximal:

 

Tipo 1: fractura no desplazada

Este tipo de fractura ocurre cuando el húmero proximal se rompe, pero las partes óseas no se desplazan o lo hacen mínimamente. Es decir, los segmentos del hueso fracturado se mantienen en su lugar, lo que facilita la recuperación sin necesidad de cirugía en la mayoría de los casos. Por lo tanto, el tratamiento suele incluir inmovilización del brazo con una férula o cabestrillo, seguido de algunas sesiones de fisioterapia para mejorar la movilidad.

 

Tipo 2: fractura desplazada

En este tipo de fractura, las partes del húmero roto se han movido de su posición normal. Este tipo de fracturas requieren más atención, ya que a menudo es necesario recolocar el hueso mediante manipulación externa o incluso una cirugía para fijar las piezas en su sitio.

Pueden afectar al cuello quirúrgico del húmero, que es una zona frágil y más propensa a desplazarse. Las fracturas desplazadas también pueden dañar los vasos sanguíneos o los nervios cercanos, complicando la recuperación.

 

Tipo 3: fractura conminuta

Una fractura conminuta es cuando el húmero proximal se rompe en varios fragmentos. Este tipo de fractura es más grave, ya que puede afectar gravemente la estabilidad y funcionalidad de la articulación del hombro. Por eso es frecuente que este tipo de lesión requiera cirugía para fijar los fragmentos con placas, tornillos o incluso una prótesis en casos más severos.

Las fracturas conminutas del húmero pueden afectar a varios componentes, como la cabeza humeral y los tubérculos, lo que complica la reparación y recuperación.

 

Cada tipo de fractura de húmero proximal requiere un enfoque diferente. Si te han diagnosticado alguna de estas lesiones o presentas síntomas, es fundamental acudir a un especialista que evalúe tu caso y determine el tratamiento más adecuado para garantizar una recuperación óptima.

 

Causas de una fractura de húmero proximal

Las fracturas de húmero proximal suelen estar asociadas a una variedad de factores, desde accidentes hasta condiciones óseas preexistentes. Aquí te enumeramos las principales causas de este tipo de lesión de hombro

Caídas

Las caídas, especialmente en personas mayores, son la causa más común de fracturas de húmero proximal, debido al impacto en el brazo extendido o el hombro.

Accidentes de tráfico

Los accidentes automovilísticos o de moto pueden generar un gran impacto, fracturando el húmero proximal debido a la fuerza del choque.

Traumatismos deportivos

Deportes como rugby, fútbol o ciclismo, con alto riesgo de caídas o golpes, son otra causa frecuente de estas lesiones.

Osteoporosis

Esta enfermedad debilita los huesos, aumentando la probabilidad de fracturas con mínimos golpes, especialmente en personas mayores de 60 años.

 

Síntomas de una fractura de húmero proximal

Las fracturas del húmero proximal pueden ser fáciles de identificar debido a los signos evidentes que se manifiestan de inmediato tras la lesión. Estos síntomas pueden variar en intensidad dependiendo de la gravedad de la fractura:

Fractura de troquíter

Dolor intenso en el hombro

El dolor es inmediato y localizado en el área de la fractura, especialmente al intentar mover el brazo o el hombro.

Hinchazón y hematomas

La zona afectada se inflama rápidamente y puede presentar moretones visibles alrededor del hombro y el brazo.

Movilidad reducida

El movimiento del brazo se vuelve extremadamente doloroso o incluso imposible en los casos más graves.

Deformidad

En algunas fracturas, el hombro puede parecer desalineado o hundido debido al desplazamiento del hueso.

Sensibilidad y debilidad al tacto

El área lesionada se vuelve muy sensible, causando dolor incluso con un leve contacto.

 

Tratamiento para una fractura de húmero proximal

El tratamiento de una fractura del húmero proximal dependerá de la gravedad de la fractura y de si los huesos han sufrido desplazamiento o no. A continuación, te presentamos los enfoques más comunes:

 

Tratamiento conservador

Este tipo de tratamiento es el más habitual cuando no hay desplazamiento en la fractura o el hueso roto está mínimamente desplazado.

Normalmente, se coloca una férula o cabestrillo para mantener el brazo inmovilizado y permitir que el hueso se cure de manera natural. Una vez que la fractura comienza a sanar, se inician ejercicios de rehabilitación para recuperar la movilidad y la fuerza en el hombro.

Tratamiento quirúrgico

Cuando la fractura es grave o los huesos están desplazados, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico mediante osteosíntesis, que consiste en la fijación interna de los fragmentos óseos mediante placas, tornillos o clavos para realinear el hueso, o una prótesis.

No obstante, siempre que sea posible, se opta por un tratamiento conservador.

 

Rehabilitación tras una fractura de húmero proximal

Independientemente del tratamiento, la rehabilitación es clave para recuperar la movilidad y fuerza del hombro. Incluye:

Hombro de tenista - Lesiones del manguito rotatorio - Lesiones de hombro - Síntomas -Tratamientos

Ejercicios de fisioterapia

Para restaurar el rango de movimiento y evitar la rigidez.

Fortalecimiento progresivo

Ejercicios específicos que ayudan a reforzar los músculos alrededor del hombro.

Consejos para prevenir una fractura de húmero proximal

Prevenir una fractura de húmero proximal es esencial, especialmente en personas mayores o aquellas que tienen factores de riesgo como la osteoporosis.

Siguiendo algunas recomendaciones prácticas, puedes reducir significativamente el riesgo de sufrir este tipo de lesión. Por eso, te compartimos algunos consejos para cuidar tus huesos del húmero y prevenir posibles fracturas:

Fortalece tus músculos y huesos

El fortalecimiento muscular es clave para proteger la articulación del hombro y prevenir caídas o movimientos bruscos que puedan provocar fracturas. Por eso es necesario incorporar ejercicios de resistencia y peso para mejorar la fuerza muscular.

Mejora tu equilibrio

El desequilibrio y las caídas son una de las principales causas de fracturas de húmero proximal. Trabajar en el equilibrio con ejercicios como el tai chi o el yoga puede ayudarte a mantener una mejor estabilidad y evitar caídas accidentales que puedan causar una fractura en la cabeza humeral.

Usa protección adecuada

En actividades deportivas de alto impacto o de riesgo, como ciclismo o escalada, utilizar equipos de protección, como coderas o protectores de hombros, puede marcar la diferencia para evitar fracturas en el húmero. Además, si ya sufriste una fractura humeral en el pasado, usar soporte adicional durante estas actividades puede ayudar a prevenir una recaída.

 

La fractura de húmero proximal es una lesión que puede afectar seriamente la funcionalidad del brazo y la articulación del hombro, impactando tu calidad de vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, una correcta rehabilitación y las medidas preventivas adecuadas, es posible no solo recuperarse de la fractura, sino también prevenir futuras lesiones.

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