Guía práctica sobre la lesión del manguito rotador

Fractura de húmero proximal: tratamiento y recuperación

Las molestias en el hombro pueden parecer algo puntual, pero si no se atienden a tiempo, pueden derivar en una lesión seria, como la lesión del manguito rotador. Esta lesión es más común de lo que piensas, y no solo afectan a deportistas. Pueden aparecer por malos gestos cotidianos, movimientos repetitivos o simplemente por el desgaste natural. 

¿Te ha pasado que al levantar el brazo sientes un pinchazo o una molestia persistente que no sabes de dónde viene?

La buena noticia es que, detectada a tiempo, tiene solución. En este post te contamos todo lo que necesitas saber, desde cómo reconocer los primeros síntomas hasta los tratamientos más efectivos y, lo más importante, cómo prevenirla.

¿Qué es el manguito rotador?

El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que rodean la articulación del hombro y que trabajan en conjunto para estabilizar el hombro y permitirte mover el brazo en distintas direcciones.

¿Por qué es importante el manguito rotador?

Gracias al manguito rotador puedes levantar el brazo, girarlo o incluso mantenerlo estable mientras haces otras tareas. Cuando se lesiona, estos movimientos se vuelven dolorosos, limitados o incluso imposibles.

Anatomía del manguito rotador

¿Sabías que está formado por cuatro músculos principales?

  • Supraespinoso: Te ayuda a levantar el brazo.
  • Infraespinoso: Los encargados de girar el hombro hacia afuera (como cuando saludas).
  • Redondo menor: Ayuda en la rotación externa.
  • Subescapular: El que permite rotaciones internas (llevar la mano hacia la espalda).

Su función es mantener el hombro centrado en su cavidad y controlar el movimiento del brazo. 

Síntomas de una lesión del manguito rotador

¿Sientes molestias en el hombro que no desaparecen o te cuesta hacer ciertos movimientos que antes eran naturales? Escuchar a tu cuerpo es esencial. 

Una lesión del manguito rotador puede empezar con síntomas leves, pero si no se trata a tiempo, puede derivar en una rotura más seria.

Aquí te contamos las señales más frecuentes. ¿Te suena alguna?

1. Dolor en la parte externa del hombro

Suele sentirse al levantar el brazo por encima de la cabeza o al acostarte de lado sobre el hombro afectado. Es una molestia sorda y persistente que puede irradiarse hacia el brazo, especialmente tras esfuerzos o movimientos repetitivos.

2. Debilidad al mover el brazo

¿Te cuesta levantar objetos, incluso si no pesan mucho? ¿Sientes que el brazo “falla” al hacer fuerza? Esa pérdida de fuerza puede deberse a un daño en los tendones del manguito rotador.

3. Crujidos o chasquidos al mover el hombro

Si al mover el hombro escuchas ruidos como chasquidos o sientes un ligero rozamiento interno, podría tratarse de una señal de fricción o desgaste en los tendones.

4. Pérdida de rango de movimiento

¿Notas que no puedes levantar el brazo tan alto como antes o que ciertos gestos que antes podías hacer se vuelven difíciles? La rigidez o limitación del movimiento también es una señal clara de alerta.

5. Dolor nocturno o al descansar

Uno de los síntomas más molestos. Es típico que el dolor empeore por la noche, especialmente al acostarte sobre el hombro lesionado, afectando la calidad del sueño y el descanso.

¿Te identificas con alguno de estos síntomas?

Posibles causas de una lesión del manguito rotador

Esta lesión puede ser provocada por varios factores, desde un movimiento brusco hasta el desgaste por el paso del tiempo.

¡Sigue leyendo y te contamos cuáles son!

1.Sobrecarga por movimientos repetitivos

¿Realizas actividades como nadar, pintar, trabajar en altura o levantar pesas? Estos gestos repetitivos, sobre todo si se hacen con los brazos por encima de la cabeza, pueden desgastar progresivamente los tendones del manguito rotador.

2. Caídas o traumatismos

Una caída sobre el brazo extendido o un golpe fuerte en el hombro puede dañar los tendones de forma repentina. A veces, el dolor no aparece de inmediato, pero la lesión ya está hecha

3. Envejecimiento y desgaste natural

Con el paso del tiempo, los tendones pierden elasticidad y resistencia. Por eso, las personas mayores son más propensas a sufrir roturas incluso con gestos cotidianos.

4. Mala postura

¿Pasas muchas horas sentado con los hombros hacia adelante? La postura encorvada altera la biomecánica del hombro y aumenta el riesgo de compresión y lesión de los tendones.

5. Falta de calentamiento o técnica incorrecta

Empezar una actividad física sin calentar adecuadamente o realizar los ejercicios con una técnica incorrecta puede causar microlesiones que, con el tiempo, acaban en rotura.

¿Cómo se diagnostica una lesión del manguito rotador?

Si notas alguno de los síntomas anteriores, lo mejor es acudir a un especialista. Estas son las pruebas más utilizadas para diagnosticar esta lesión:

1. Exploración física

El fisioterapeuta o médico evaluará tu rango de movimiento, la fuerza muscular y los puntos donde aparece el dolor. A través de ciertas maniobras específicas puede detectar signos claros de afectación del manguito.

2. Resonancia magnética

Es una de las pruebas más completas. Permite observar en detalle el estado de los tendones, músculos y estructuras internas del hombro, ayudando a confirmar si hay rotura, inflamación o cambios degenerativos.

3. Ecografía musculoesquelética

Una alternativa rápida y efectiva, ideal para ver el estado de los tejidos blandos. Detecta roturas, calcificaciones o inflamación, y se puede realizar en la propia consulta del especialista.

Desarrollo de la lesión del manguito rotador

Es importante saber en qué fase te encuentras para frenar el avance y recuperar la funcionalidad del hombro. 

No todas las lesiones evolucionan igual, pero en general suelen pasar por distintas fases:

Fase 1: Inflamación

El dolor es leve y aparece tras usar el hombro. Puedes confundirlo con una sobrecarga muscular. En esta fase, lo más habitual es mejorar con descanso y tratamientos no quirúrgicos como fisioterapia o medicación.

Fase 2: Degeneración

El tendón empieza a deteriorarse. El dolor se vuelve más frecuente, incluso en reposo, y aparece debilidad al levantar el brazo, disminuyendo la fuerza. El riesgo de rotura aumenta.

Fase 3: Rotura parcial o total

El tendón se rompe. Puedes notar un chasquido repentino, acompañado de pérdida de fuerza y movimiento. El dolor puede volverse constante y más intenso, y en muchos casos se requiere cirugía. 

Tratamientos para curar una lesión del manguito rotador

El tratamiento de una lesión del manguito rotador puede depender de varios factores como el tipo de daño, la edad del paciente, el nivel de actividad física y los síntomas que presente.

Estas son las diferentes opciones terapéuticas que deben ser siempre valoradas por un especialista: 

Cirugía del manguito rotador

La cirugía se recomienda en casos de rotura completa del tendón o cuando la medicación o fisioterapia no ha dado resultado tras varios meses. El objetivo es reparar el tendón dañado y restaurar la movilidad, la fuerza y la funcionalidad del hombro.

La técnica más utilizada es la artroscopia, un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza mediante pequeñas incisiones. A través de ellas, el cirujano puede introducir una cámara y herramientas quirúrgicas específicas para:

  • Limpiar tejidos dañados o inflamados.
  • Volver a fijar el tendón al hueso mediante anclajes o suturas.
  • Tratar lesiones asociadas, como el pinzamiento subacromial.

Esta técnica reduce el dolor postoperatorio, mejora la cicatrización y permite una recuperación más rápida que la cirugía tradicional abierta.

El proceso de recuperación incluye una fase de inmovilización con cabestrillo, seguida de una rehabilitación guiada y progresiva que combina movilidad pasiva, activa y fortalecimiento muscular. Este tratamiento es ideal para personas activas, deportistas o pacientes que presentan limitaciones funcionales importantes debido al daño estructural.

Es muy importante que, como paciente, estemos muy implicados en esta fase para obtener un resultado satisfactorio.

Fisioterapia personalizada

La fisioterapia es fundamental tanto como tratamiento principal en lesiones leves o moderadas, como en el postoperatorio tras una intervención quirúrgica. El objetivo es mejorar la movilidad articular, reducir el dolor y reforzar la musculatura que rodea al hombro.

El plan fisioterapéutico debe ser personalizado y adaptarse a la evolución del paciente con:

  • Ejercicios de movilidad progresiva.
  • Técnicas de fortalecimiento muscular.
  • Terapias manuales para aliviar la tensión y mejorar la circulación.
  • Educación postural y prevención de recaídas.

Una buena rutina de fisioterapia no sólo acelera la recuperación, sino que también ayuda a prevenir futuras lesiones.

Medicación o infiltraciones

En fases iniciales o cuando hay una inflamación aguda, puede ser útil recurrir a medicación o infiltraciones.

  • Medicamentos antiinflamatorios: ayudan a reducir el dolor y la inflamación.
  • Infiltraciones de corticoides: se aplican directamente en la zona afectada para obtener un efecto más localizado y potente.

Estos tratamientos deben usarse siempre bajo supervisión médica y como complemento a la fisioterapia, no como solución única. En muchos casos, sirven para disminuir los síntomas y permitir que el paciente pueda realizar con más facilidad los ejercicios de rehabilitación.

¿Cómo es la recuperación tras una lesión del manguito rotador?

Recuperarse de una lesión en el manguito rotador lleva tiempo, pero con constancia y un plan adecuado, es posible volver a tu rutina sin dolor.

Si el tratamiento ha sido conservador (como fisioterapia o medicación), es común notar mejoras en pocas semanas. En cambio, si ha sido necesaria una cirugía, el proceso puede extenderse entre 4 y 6 meses, dependiendo del caso y del compromiso del paciente.

Eso sí, el reposo, la terapia y la paciencia serán tus grandes aliados.

Consejos para prevenir lesiones del manguito rotador

Prevenir es siempre mejor que curar. Si practicas deporte o trabajas con los brazos, ¡toma nota!

Fortalece los músculos del hombro

Incluye ejercicios de fortalecimiento y movilidad específicos para el manguito rotador en tu rutina. Añade a tu rutina ejercicios específicos para el manguito rotador que trabajen la estabilidad, el control y la movilidad. Bandas elásticas, ejercicios con poco peso y movimientos controlados pueden marcar la diferencia a largo plazo.

Cuida tu postura cada día

¿Pasas muchas horas sentado o con los hombros hacia adelante? La postura importa. Mantén el cuello, los hombros y la espalda alineados, especialmente cuando trabajes frente al ordenador. 

Pequeños ajustes posturales pueden prevenir grandes problemas.

Escucha lo que tu cuerpo te dice

Si notas molestias en el hombro, no lo ignores. Descansa, aplica hielo si hay inflamación y consulta a un especialista si el dolor no desaparece. Detectar una sobrecarga a tiempo puede evitar que se convierta en una lesión.

 

Tu hombro te acompaña en todo lo que haces. ¿Le estás dando el cuidado que necesita?

Recuerda que un hombro sano no solo te permite hacer deporte, sino que te ayuda a disfrutar de las actividades cotidianas sin molestias. 

En Artrocare, entendemos la importancia de tu bienestar y estamos aquí para acompañarte en cada paso de tu recuperación. No dejes que el dolor limite tu vida. 

¿Tienes alguna duda o preocupación sobre tu hombro? ¡Contáctanos y te asesoraremos! Para nosotros, tu bienestar es nuestra prioridad.