QUÉ ES LA LESIÓN EN EL TENDÓN SUBESCAPULAR

tendón subescapular

El tendón subescapular juega un papel crucial en la funcionalidad del hombro, pero, ¿sabías que también es propenso a sufrir lesiones? Dentro de las diferentes lesiones de hombro, la lesión del tendón subescapular puede ser una bastante dolorosa y limitar severamente el movimiento del brazo, afectando tanto a deportistas como a personas que realizan actividades cotidianas.

En este artículo te enseñamos en detalle qué es la lesión del tendón subescapular, cómo ocurre, y qué pasos puedes seguir para su tratamiento y prevención.

 

¿QUÉ ES EL TENDÓN SUBESCAPULAR?

El tendón subescapular es una parte fundamental del manguito rotador del hombro, un grupo de cuatro tendones que rodean la articulación del hombro y ayudan a estabilizarla.

La función del subescapular es permitir la rotación interna del brazo y ayudar a mantener la estabilidad del hombro durante diversos movimientos. Debido a su ubicación y función, el tendón subescapular es vital para muchas actividades diarias y deportivas. Sin embargo, su uso constante y la exposición a movimientos repetitivos o excesivos pueden llevar a diversas lesiones, como la tendinitis del subescapular o incluso una rotura del tendón subescapular.

 

SÍNTOMAS DE UNA LESIÓN EN EL TENDÓN SUBESCAPULAR 

El tendón subescapular puede sufrir diversas lesiones que afectan su funcionalidad. ¿Y qué síntomas tienen en común? Te explicamos los síntomas más comunes que indican una posible lesión en el tendón subescapular:

 

Dolor en el hombro

El síntoma más común de una lesión en el tendón subescapular es el dolor en el hombro, que puede variar en intensidad. Puede que notes más dolor al realizar movimientos de rotación interna del brazo o al levantar objetos. En casos de tendinitis del subescapular, el dolor puede ser persistente y empeorar con la actividad física.

 

Debilidad

Algunas lesiones como las fisuras del tendón subescapular pueden hacer que notes una notable debilidad en el hombro y el brazo. Esta debilidad afecta la capacidad para realizar algunos movimientos. 

 

Limitación de movimiento

Puedes encontrar difícil o imposible realizar movimientos cotidianos, como levantar el brazo por encima de la cabeza o alcanzar objetos en alto. Esta limitación es común tanto en casos de tendinitis subescapular como de rotura.

 

Crujidos

Durante el movimiento del hombro, algunas personas experimentan una especie de crujidos o chasquidos. Estos sonidos pueden ser una indicación de que hay una lesión en el tendón subescapular. Los crujidos suelen ocurrir debido a la fricción entre el tendón lesionado y otras estructuras del hombro.

 

Hinchazón y sensibilidad

La inflamación es una respuesta común también a cualquier tipo de lesión del tendón subescapular, así como la sensibilidad al tacto en la parte frontal del hombro. Esta hinchazón puede estar acompañada además de un aumento de la temperatura en la zona afectada.

 

Deformidad

En casos severos de rotura del tendón subescapular, puede ser visible una especie de deformidad en el hombro. Esta deformidad se presenta como una protuberancia o un hundimiento en la parte frontal de la articulación, debido a la retracción del tendón roto. La deformidad es un signo claro de una lesión grave que requiere atención médica inmediata.

 

Reconocer estos síntomas y buscar un diagnóstico temprano es crucial para el tratamiento eficaz de una lesión en el tendón subescapular. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante consultar a un especialista en traumatología para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.

 

CAUSAS DE UNA LESIÓN EN EL TENDÓN SUBESCAPULAR

Las lesiones en el tendón subescapular pueden deberse a diversas causas, como por ejemplo:

 

Traumatismos agudos

Un traumatismo agudo, como una caída o un golpe directo en el hombro, puede causar una rotura del tendón subescapular. Este tipo de lesión es común en accidentes deportivos o de tráfico, donde el impacto directo o la torsión del brazo puede dañar el tendón.

 

Sobreuso

El sobreuso del hombro es una causa frecuente de tendinitis del subescapular. Los movimientos repetitivos y las actividades que requieren una rotación interna constante del hombro, como el levantamiento de pesas o el lanzamiento de objetos, pueden llevar a la inflamación y al desgaste del tendón.

 

Movimientos bruscos o repetitivos

Realizar movimientos bruscos o repetitivos puede causar estrés en el tendón subescapular y provocar lesiones. Actividades como lanzar una pelota, levantar objetos pesados de manera incorrecta o realizar ejercicios sin una técnica adecuada suelen ser algunas causas bastante frecuentes. Los deportistas y trabajadores que realizan tareas repetitivas son especialmente susceptibles a esta causa.

 

Debilidad muscular

No tener bien fortalecidos los músculos alrededor del hombro también puede contribuir a la lesión del tendón subescapular. La descompensación muscular puede aumentar el riesgo de tendinitis del subescapular y otras lesiones.

 

Genética o envejecimiento

Algunos factores genéticos, así como el proceso de envejecimiento, también pueden derivar en algunas lesiones, ya que si los tendones no tienen la suficiente elasticidad y resistencia son más propensos a sufrir patologías.

 

tendón subescapular

 

 

TRATAMIENTO DE UNA LESIÓN EN EL TENDÓN SUBESCAPULAR

El tratamiento de una lesión en el tendón subescapular varía según la gravedad de la lesión y las necesidades individuales del paciente, por eso es esencial que consultes a tu traumatólogo de confianza para que así pueda proporcionarte un tratamiento que se adecúe a tu situación.

Dentro de esos posibles tratamientos se encuentran:

 

Tratamiento conservador

El tratamiento conservador es la primera línea de acción para abordar cualquier tipo de lesión, incluso una en el tendón subescapular. Este tratamiento incluye reposo, aplicación de hielo, uso de antiinflamatorios (AINEs) y compresión de la articulación.

Estos métodos pueden ser efectivos para tratar, por ejemplo, casos leves de tendinitis del subescapular y reducir los síntomas sin necesidad de intervenciones más invasivas.

 

Fisioterapia

La fisioterapia es fundamental para la recuperación total de una lesión en el tendón subescapular. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa personalizado que incluye diferentes ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, con el objetivo de recuperar la movilidad, flexibilidad y fuerza de todas las partes de la articulación.

 

Cirugía

En casos graves, como una rotura del tendón subescapular, puede ser necesaria la cirugía. Hoy en día existen métodos muy poco invasivos como la artroscopia de hombro, la cual utiliza pequeñas incisiones y una cámara para reparar el tendón.

La cirugía es generalmente considerada cuando los tratamientos conservadores y la fisioterapia no han proporcionado alivio suficiente, o cuando la lesión es demasiado severa para responder a otros tratamientos.

 

CONSEJOS PARA PREVENIR LESIONES EN EL TENDÓN SUBESCAPULAR

Para prevenir las lesiones de hombro hay tres consejos básicos que si eres una persona que disfruta con el deporte, debes incluir dentro de tus hábitos:

 

Usa una buena técnica

Adoptar una técnica correcta al realizar actividades físicas y deportivas es crucial para prevenir todo tipo de lesiones. Asegúrate de aprender y practicar la técnica adecuada para cada ejercicio. Si es necesario, consulta con un entrenador o fisioterapeuta para obtener orientación y asegurarte de que estás moviéndote de manera segura.

 

No hagas sobreesfuerzos

Escucha a tu cuerpo y evita el sobreentrenamiento. Los tendones pueden sufrir si los sometes a un esfuerzo excesivo o a una carga de trabajo demasiado intensa sin el descanso adecuado. Establece un plan de entrenamiento equilibrado que incluya días de descanso y recuperaciones activas para permitir que tus ligamentos se recuperen y se fortalezcan.

 

Realiza un buen calentamiento

Antes de cualquier actividad, es crucial realizar un calentamiento completo. Esto prepara tus músculos, tendones y ligamentos para el ejercicio, aumentando la flexibilidad y reduciendo el riesgo de lesiones. Un buen calentamiento puede incluir ejercicios de movilidad, estiramientos dinámicos y movimientos de baja intensidad que imiten la actividad que vas a realizar.

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