Lesión SLAP: qué es, síntomas, causas y tratamiento
¿Padeces dolor de hombro? Este síntoma puede ser producto de diversas lesiones muy diferentes, pero que al fin y al cabo nos limitan de igual forma a la hora de seguir con nuestra vida activa.
Aunque la lesión SLAP en hombro es de las lesiones menos frecuentes relacionadas con el dolor en esta articulación, la probabilidad de sufrirla aumenta en algunos deportistas como aquellos que practican deportes de lanzamiento.
En cualquier caso, tanto si sospechas tener esta lesión como si ya cuentas con un diagnóstico, en este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre la lesión SLAP, especialmente la de tipo 2 (la más común): qué es, síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento y tiempo de recuperación.
¿QUÉ ES UNA LESIÓN SLAP?
Empecemos por conocer qué significan las siglas SLAP: Superior Labrum Anterior to Posterior. No te preocupes si sigues sin entender nada, porque te lo explicamos de forma sencilla.
Estas siglas hacen referencia a una lesión en el hombro, concretamente a la parte superior del labrum glenoideo, en la cual esta especie de anillo se daña en el lugar donde se conecta con el tendón del bíceps.
Para entender bien qué implica este tipo de lesión es importante conocer la estructura de la articulación glenohumeral:
Fuente imagen: Cigna
Así resulta más sencillo, ¿verdad?
TIPOS DE LESIÓN SLAP DEL HOMBRO
Esta estructura de la que hemos hablado, el labrum, puede tanto romperse como desgarrarse o deshilacharse, dando lugar a diferentes tipos de lesión SLAP.
Existen un total de 10 tipos de lesión SLAP, y en ocasiones pueden coincidir más de una en el mismo momento, pero en ocasiones se reducen a cuatro:
– Lesión SLAP tipo 1: en este caso se trata de una lesión degenerativa del labrum en la que no hay rotura y el tendón del bíceps queda intacto.
– Lesión SLAP tipo 2: este es el tipo más frecuente, una lesión asociada a microtraumatismos repetitivos donde el labrum superior y el tendón de la cabeza larga del bíceps braquial se desprenden de la glenoides.
– Lesión SLAP tipo 3: en estos casos la lesión se presenta en asa de cubo con el bíceps intacto, pudiendo causar síntomas mecánicos en función de su gravedad.
– Lesión SLAP tipo 4: este tipo aparece por una lesión del labrum superior en asa de cubo, afectando además a la raíz de la porción larga del bíceps.
SÍNTOMAS
Como cabe esperar los síntomas que presente cada lesión SLAP serán diferentes dependiendo de la gravedad y sobre todo en función del tipo. No obstante, existe una serie de síntomas que suelen ser los más comunes ante cualquier lesión SLAP:
– Dolor: el dolor en la zona del hombro es el más común, pudiéndose extender por todo el brazo e incluso la parte superior de la espalda. Además, suele empeorar al realizar actividades deportivas que involucren la zona.
– Pérdida de movimiento: también se suele perder parte del rango de movimiento de rotación del brazo.
– Inestabilidad: una sensación de inestabilidad al mover el brazo implicando el hombro también es bastante común.
– Sensación de crujido: aparece sobre todo al mover el brazo.
– Pérdida de la fuerza: al igual que la movilidad, la fuerza también se ve afectada.
Recuerda que si presentas cualquiera de estos síntomas lo primero que debes hacer es acudir a un profesional de traumatología, ya que la falta de tratamiento puede agravar la lesión.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE UNA LESIÓN SLAP?
Lo cierto es que el labrum puede lesionarse de muchas formas, y aunque las dislocaciones y luxaciones son las más comunes, ciertos traumatismos sobre el brazo extendido, levantamientos de peso o movimientos bruscos pueden causar una lesión SLAP en el hombro.
Las personas con mayor riesgo a sufrir este tipo de lesiones, especialmente la lesión SLAP tipo 2, son aquellas que practican deportes de lanzamiento como por ejemplo:
– Balonmano.
– Waterpolo.
– Béisbol.
Aunque también son propensas las personas en cuyo entrenamiento incluye ejercicios de repetición o que ya contaban por ejemplo con una lesión degenerativa del manguito de los rotadores.
TRATAMIENTO
El diagnóstico de una lesión SLAP se realiza mediante pruebas físicas y traumatológicas, por lo que lo primero que debes hacer si padeces varios de los síntomas es acudir a un profesional para que diagnostique de forma adecuada de qué tipo de lesión se trata, ya que es fácil confundirla con otras patologías.
Por eso para confirmar que se trata de una lesión SLAP se complementarán dichas pruebas con radiografías o incluso una resonancia magnética que permita observar bien la articulación.
Una vez obtenido el diagnóstico de la lesión SLAP, el tratamiento puede incluir lo siguiente:
– Tratamiento conservador: en una primera fase se trata de mejorar los síntomas con un tratamiento basado en el reposo y la inmovilización de la articulación.
– Medicamentos: para acompañar a dicho tratamiento, en casos en los que el dolor sea molesto, puede ser recomendable tomar analgésicos.
– Rehabilitación: para una lesión SLAP la fisioterapia también es un método muy favorable y necesario si se quiere recuperar tanto la movilidad como la fuerza en la articulación perdida durante la fase anterior.
– Artroscopia: en el caso de que ninguno de estos métodos tengan resultados del todo exitosos se puede abordar la lesión con una cirugía como la artroscopia, mínimamente invasiva.
Evidentemente, este tratamiento también va a depender en gran medida de cuál de los cuatro tipos de lesión se trate. No obstante, la lesión SLAP tipo 2 es la que puede presentar un tratamiento con menos complicaciones.
Por otro lado, el tiempo de recuperación de una lesión SLAP es de entre 4 y 6 meses, prestando especial atención a la sobrecarga y los esfuerzos durante los primeros dos meses.
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